Hoy tengo el placer presentaros la entrevista que realicé a Marcel Miralles (Gerona, 1941). Un profesional que trabajó como director editorial para Josep Toutain, con un papel relevante en la aparición en el mundo de la historieta de Torpedo 1936. Os dejo con ella.
-De su
trabajo con Toutain, ¿cómo recuerda su etapa editorial? ¿Cómo era realmente
como editor Josep Toutain? ¿Cómo le definiría?
A ver… Toutain
tenía un gran conocimiento del mundo del comic, tenía a su disposición un excelente
material gráfico, y unos conocimientos y contactos en todo el mundo como pocos
profesionales. Le faltaba experiencia como editor.
Pero no sería
correcto definirlo como inexperto, la verdad era que él amaba lo que hacía, y
lo hacía bien. Era unicamente en los aspectos comerciales donde no era experto.
Desde el punto
de vista profesional, mimaba hasta el último detalle. Una anécdota: recuerdo
cuando el fotograbador venía con las pruebas de la portada (un gran recuerdo
para Manolo de Tecfa) y Toutain empezaba a repasarla con una o dos personas de
la redacción: “Este color no es exactamente el que yo quería, a ver la guia de
pantone…” “Esto está un poco demasiado pegado”. “Eso está torcido” (era un
maniático de que las cosas no estuvieran torcidas), y tenía buen ojo para ello.
Finalmente el fotograbador se iba con las pruebas para volver a hacer los films
y poniendo mala cara. Así pasaba dos o tres veces con cada portada, hasta que
quedaba satisfecho.
En resumen era
un editor minucioso que cuidaba la publicación al máximo. Insistía en controlar
hasta el último detalle. Naturalmente esto a veces irritaba a los
redactores, ya que si, en algunas
ocasiones las cosas que corregía podían mejorar, en otras no lo hacían,
simplemente era un cambio de éstilo.
Tenía un gran
respeto por el lector, leía todas las cartas que recibíamos y nos llamaba para
leernos las que le llamaban mas la atención. Lo ví emocionado al leerlas alguna
vez.
El no dominaba
ciertos aspectos comerciales. Eso hizo que cuando las ventas iban bien,
aumentaba el número de páginas o el color de la revista, con la consiguiente
subida de costes. Cosa que le criticaban otros profesionales. El riesgo era que
al tener los costes más altos, era muy pernicioso si bajaban las ventas. Cuando
se añade algo, no se puede después quitar ya que el lector no entiende que le
den menos por el mismo dinero. Desgraciadamente esto ocurrió.
Bueno, no se
si he sabido describir mi opinión. Toutain amó mucho sus publicaciones,
disfrutó de su época buena, y soportó con entereza los malos tiempos.
-Concretamente ¿cuales eran sus funciones dentro de la editorial? ¿Hasta que año
estuvo?
Bueno, yo
estuve allí al lado desde el principio al final. Ya sé que me enrollo y
perdonádme por ello, pero tendría que explicarlo un poco: la Agencia
Selecciones Ilustradas en su epoca más activa, tenía un equipo de gestión de
cinco personas. En un momento dado Toutain decidió dedicarse también a editar.
Así nació una empresa nueva “Toutain Editor”. De esas cinco personas algunas
pasaron a la editorial y después se marcharon, así que al final quedé yo solo.
Siempre mi trabajo había sido en la Agencia en lo que se llamaba “Producción” o
sea a cargo de los artistas; seguí en la agencia, pero si se me requería acudía
también a la editorial. De la agencia a la editorial había solo una puerta,
normalmente abierta.
¿Qué hacía? La
Agencia servía como fuente de historietas para la editorial. Cuando se
empezó a producir material completamente nuevo y a adquirir derechos de
reproducción de los autores, la Agencia pagaba una parte a los artistas a
cuenta de las ventas en el extranjero, y se cuidaba de la distribución en otros
paises. La editorial pagaba la edición en España en revista, y posteriormente
el anticipo por la edición en libro. Eso permitía ofrecer a los autores unos
precios digamos "dignos” (mucho más que ahora). Esta norma no fue general,
había autores que solo cedian los derechos para España ya que tenían otros
medios o compromisos de venta en el extranjero.
Esto me permitió
el contacto con autores y con la parte creativa. Debido a eso también tuve
relación con editores extranjeros para la cesión de derechos de autor y para
ver que cosas podían interesarnos. Debo no obstante decir, que la decisión
final de adquirir el material era siempre de Toutain, lo que a veces me
perjudicaba en mis contactos al no poder decidir en el mismo momento.
Estuve en
algunas epocas a cargo de trabajos redaccionales y de control organizativo de
la editorial. También asistía a Toutain en muchos contactos y relaciones. Pero
una parte importante de mi trabajo estaba en la Agencia, y las decisiones de
las publicaciones solo las tomaba Toutain. En ese aspecto el era muy
puntilloso.
-Usted vivió el nacimiento de Torpedo 1936 en la editorial ¿qué recuerda de
aquello? ¿Cómo fueron evolucionando sus ventas? ¿La historia de Torpedo fue
determinante para la salvación de la revista Creepy?
La semilla en ese caso la plantó Toutain, pero yo fui el ejecutor (en el buen sentido de la palabra).
En ese momento
colaborabamos con bastantes de los mejores autores del país. Vimos algunos
proyectos de revistas del género negro, pero eran más bien historias cortas de
texto con alguna ilustración. Si no voy equivocado (ha pasado ya mucho tiempo y
puedo confundirme), al final acabamos publicando la revista “Thriller”, que
duró muy poco. No se disponía de material suficiente del género. Ese fue el
embrión de la idea. De los guionistas con que nos relacionábamos, sin duda
Sánchez Abulí era muy bueno para desarrollar algo así. Aqui Toutain expresó muy bien la idea a
Sanchez Abulí (directamente o a través mio, eso ya no me acuerdo) de “Detective
con rubia”. Abulí lo pensó, lo trabajó
y vino con el primer guión. Más que detective era un matón, y más que
una rubia era “Rascal” el ayudante (personaje clave en la serie). Rubias y
morenas hubo también (y muy bien dibujadas por Bernet).
Había que
encontrar un dibujante, y tras un primer intento con Alex Toth, que al final
rechazó el trabajo por encontrarlo demasiado “inmoral”, la serie quedó en
“stand by” por un cierto tiempo. Había unos guiónes, pero hacía falta encontrar
un dibujante. Regularmente mencionabamos el asunto con Toutain. Ya no había
urgencia en el proyecto. Un día se mencionó el nombre de Bernet, fue Toutain quien
lo hizo si no estoy equivocado. A los dos nos gustaba mucho el trabajo de
Bernet; había empezado casi de niño a dibujar Doña Urraca para Bruguera
sustituyendo a su padre “Jorge”, que había fallecido. Un gran historietista.
Bueno en la
epoca del Torpedo, Bernet ya era un dibujante bien establecido y con multitud
de trabajos.
Le llamé
varias veces pero estaba metido en otras cosas, hasta que finalmente un día
dijo “Voy a mirarlo”. Lo pusimos en contacto con Abulí, y de ahi nació una de
las parejas más famosas del cómic.
Sus estilos
ligaron muy bien, de historieta a historieta puede verse una compenetración
mejor entre ellos. También puede verse una evolución del dibujo de Bernet hacia
un grafismo más esquemático, expresivo y vivo.
Es curioso
como “liga” el guión y el dibujo. Muy a menudo el guionista trata de explicar
con textos y dialogos la acción, lo que hace al guión algo excesivamente
literario, y a veces el dibujante se sujeta a ello haciendo un trabajo más de
tipo ilustrativo y carente de ritmo. No
es el caso de Torpedo. Para decirlo de una manera gráfica parece que el mismo
artista haya escrito el guión y dibujado la historieta.
Al principio
la Agencia se dedicaba de las ventas en el extranjero. La verdad es que la
serie tuvo mucho éxito y se cedieron derechos a muchos paises. En Francia funcionaba muy bien y esto hizo
que para asegurarse la historia, Albin Michel les hiciera una oferta muy buena,
de esas que no se pueden rechazar. Hubo un acuerdo a tres partes entre los
autores, Albin Michel y Toutain, y este último siguió publicando Torpedo en
España, pero las ventas en el extranjero eran hechas por Albin Michel a partir
de entonces.
No podría
decir si “Torpedo” fue determinante para salvar la revista Creepy. Eso es
difícil de saber. Si es cierto que Torpedo tuvo muy buena acogida en el mercado
y eso es básico para la continuidad de una revista.
-En los año
80 se produjo el "boom" del cómic para adultos en España. ¿Cómo lo vivió y qué
opina de lo sucedido en su etapa final?
Si lo viví, y
podría decir del mismo lo que dice la frase final de la pelicula “La Vaquilla”:
“Entre todos la mataron y ella sola se murió”. Como las revistas que había y
que habían creado el mercado funcionaban regularmente bien, muchos quisieron
hacer lo mismo, y proliferaron demasiadas publicaciones. Había muy buenos
autores y buenas historias, pero no en número suficiente para llenar tantas
páginas.
Proliferaron
las revistas, algunas buenas, con personalidad y con autores propios como “El
Víbora” (ahora mismo acabo de enterarme de la muerte de Berenguer el editor. Un
tipo muy legal), y otras como las de
Toutain con materiales diversos. No quiero ahora hacer un balance de las
revistas que había, sería incapaz, no las recuerdo todas.
Solo voy a
citar una anécdota. En las Ferias del Libro de Bologna y Frankfurt ibamos todos
a buscar material. Había un editor italiano de Génova, que publicaba una
revista de un formato muy grande con un papel de gran calidad y una impresión
excelente, que si mal no recuerdo realizaba él mismo en sus talleres. Esa era
una revista de cómics sólo para coleccionistas muy aficionados, con historietas
de grandes autores como Toppi, Battaglia, Pratt entre otros; pero que eran muy
antiguas, bastantes primerizas y a menudo poco interesantes para el lector
normal. Bien: allí estabamos todos los editores españoles haciendo cola y casi
peleandonos para adquirir derechos de publicación. Sólo faltaba una máquina de
esas expendedoras de números para la cola, ya que a veces había que esperar una
hora o mas para ser recibido.
Estación de Modena, regreso feria de Bologna. Sánchez Abulí a la izquierda, centro Miralles
Eso daba de
pensar que tanta oferta, obligaba a publicar cosas con un nivel de interés no
muy alto. Añadamos ciertas historias que se publicaban con maravillosos
dibujos, pero contando historias poco
entendibles. La “burbuja” de los cómics.
Ese exceso de
oferta no siempre buena, hizo que el público no se viera recompensado con la
calidad de los contenidos, y el interés del lector fue menguando. Cuando la
venta baja, es casi imposible que vuelva a remontar. El descenso de las mismas
casi generales, hicieron que los numeros no salieran y muchas revistas tuvieron
que cerrar, unas más pronto, otras más tarde y solo algunas sobrevivieron. Eso
primero le sucedió a Toutain y al final tuvo que dejar de publicar las revistas
tras aguantar todo lo que pudo y la editorial cerró. Perdió mucho. Y peor que
eso, ese gran disgusto fue desde mi punto de vista el detonante de su
enfermedad de la que murió pocos años después.
-¿Qué autores destacaría de los que colaboraron para Toutain Editor? ¿Qué
material se vendía mejor?
Me perdonarás
si no doy una respuesta muy concreta a
esta pregunta, ya que me dejaría a muchos artistas.
Si puedo
apuntar que el que vendía mejor era Corben.
Yo como todos,
tenía mis favoritos. Me lo pasaba muy bien con las historias del amigo Beà.
Siempre he tenido veneración por el gran maestro Carlos Giménez. Disfrutaba
mucho con Torpedo y apreciaba el esfuerzo de Fernando Fernández, un amigo que
ya se fue y cuyo Drácula es una obra maestra no siempre reconocida. Puedo citar
a Alfonso Font, a Corben, al gran Will Eisner (de los que hablo después) y a
otros (un respeto para Maroto, y otro respeto para José Ortiz y para Leopoldo
Sanchez: un gran comiquero no siempre recordado suficientemente, y ¡Bermejo! Y
Cardona, y Monés, y Jordi Longarón, el grande).
Y podría
nombrar a más, que en este momento no me vienen a la memoria, y a los que pido
disculpas por ello.
Richard Corben y Josep Toutain. Foto © Viñetas
-Sabemos de la predilección de Toutain por Richard Corben y Will Eisner ¿cómo
fue su relación con ellos en el ámbito profesional y emocional?
Bueno, Richard
Corben era la niña de sus ojos. La relación venía de la epoca Warren y la
Agencia S.I., representaba en Europa el material “underground” de Corben. Al
principio a algunos de allí no nos entusiasmaba el material, y Toutain se
enfadaba por ello. ¿Cómo podía ser que fuéramos tan ignorantes? He de reconocer
que después me fui entusiasmando progresivamente, sobre todo a raiz de Den y de
lo avanzado de la técnica de Corben para colorear y que no sabría explicar muy
bien. Él hacia los fotolitos y los coloreaba. Una especie del color que se hace
actualmente utilizando el ordenador, pero sin ordenador. Imagino que fue James
Warren el que puso en contacto a Toutain con Corben, y entre ellos se creó una
relación de confianza y amistad dificil de explicar. Corben vivía y supongo que
vive cerca de Kansas City, y era una persona muy tímida. A Toutain le demostró
una confianza total y Toutain hizo todo lo que pudo para merecer esa confianza.
Difundió su obra por toda Europa. Toutain seguía siendo el fan numero uno de
Corben y esa amistad y confianza duró hasta que Toutain murió.
El caso de
Eisner es diferente.
Toutain desde
muy joven era un gran admirador de Eisner. The Spirit era un cómic muy avanzado
graficamente. En los primeros años cincuenta Toutain era un dibujante de
historietas. Su mayor influencia era Milton Caniff, pero el estilo narrativo
tenía cosas de Eisner.
Cuando Warren
reeditó las historias de Eisner en los 70, y también con la influencia de
Fershid Bharucha (editor y técnico editorial afincado en Francia), que tenía
una buena amistad con Toutain, se entró en contacto con Eisner.
Will Eisner
era una maravillosa persona. Era muy extrovertido y conocía el cómic como
nadie. Cuando venía nos daba lecciones magistrales de lenguaje y ritmo en las
historietas. Durante un Salón del Comic de Barcelona, acompañando a Eisner al
hotel en mi coche, como era un hombre que hablaba mucho, me distraje, y cometí
una infracción de tráfico delante mismo de un guardia. Eso me costó una multa,
pero era un precio pequeño por la
satisfacción de haber conocido a ese genio.
Con Toutain
hicieron muy buenas migas, y durante unos años la editorial sacó historias de
“The Spirit”, así como la novela gráfica “Contrato con Dios”, un libro de Javier
Coma sobre Eisner (Espirítu de los Cómics), y no recuerdo si alguna cosa más
(nota del entrevistador: en formato álbum lanzó también Espacio Exterior y New York City). La Agencia
S.I. distribuyó su material en Europa un tiempo. Después tuvo otras ofertas y
cambió de editorial (nde: se refiere a Norma), pero la relación personal siguió
siendo muy cordial.
-En 1981 tuvo lugar la celebración del primer Salón de Cómic de Barcelona, ¿qué
importancia tuvo en todo ello Toutain? Un salón al que asistieron artistas
internacionales de la talla de Alex Toth, Will Eisner, Richard Corben, Neal
Adams, Boris Vallejo, Moebius o Milo Manara.
Toutain fue su
impulsor y se volcó en el Salon del Comic, quería que Barcelona contara con un
evento al nivel de la importancia de los autores y editores del país. Hizo
gestiones, trabajó y luchó para que vinieran los principales autores y editores
del mundo de los comics. Sin Toutain, no se habría hecho un salón así, o tal
vez no se habría hecho. Fue un acontecimiento de primera fila. Durante unos años
se mantuvo con importantes presencias de todo el mundo, después debido a los
problemas del sector menguó bastante.
-¿Cree qué se
le ha reconocido a Toutain, por todo el esfuerzo de promoción que hizo por el
cómic español?
Yo creo que
no. Si lo pensamos, hubo otras personas que hicieron cosas, pero en conjunto
Toutain fue un referente. Fue un emprendedor y el animador de un sector,
primero (y no fue el unico en eso), consiguiendo trabajos para Francia e
Inglaterra, pero si fue el primero en conquistar para los artistas españoles
los otros paises europeos y después el primero (no como dibujante individual
sino como grupo), en establecerse en Estados Unidos con una oficina propia;
desde donde se conseguían trabajos de ilustración y comics para los autores
españoles. Eso permitió a muchos dibujantes desarrollarse y alcanzar objetivos
que sin él no les habrían sido posibles.
Abrió el mundo a los creadores españoles.
Cuando murió se hizo una exposición
dedicada a Toutain en el Salon del Comic. A mi me pareció bastante improvisada.
Se le dio su nombre a un premio a dibujantes. Comprendo que no debemos vivir de
recuerdos “Presente y Futuro” decía él. Pero ahora que el país no lo está
pasando demasiado bien, ejemplos como los de Toutain, un emprendedor en un tiempo
mucho más dificil que el actual, podría servir a mucha gente de modelo.
-Para
finalizar, quisiera saber ¿en qué proyecto está actualmente? ¿Sigue de cerca
algún nuevo autor nacional?
Hombre, ya tengo una edad. Más bien en
este momento estoy viendo pasar las cosas. No sigo con suficiente intensidad el
comic actual, pero veo cosas muy cuidadas y presentadas. Se que se paga muy
poco, y me admira ver esos trabajos a color de tantas páginas y con esa
calidad. Todavía queda gente que ama este medio de expresión y eso es bueno.
Proyectos
nuevos… núnca se sabe…
Gracias Javier
por la oportunidad.
-Gracias a ti Marcel, por tu tiempo y amabilidad. Un placer.